La minera canadiense Element 29 ha reforzado sus planes de exploración en Perú, enfocando sus esfuerzos en el proyecto Elida, un depósito de pórfido polimetálico situado entre las regiones de Lima y Áncash. Este activo, considerado el de mayor avance en su cartera, cuenta con aproximadamente 18,000 metros de perforación hasta la fecha, pero la compañía visualiza un potencial mucho mayor.

Manuel Montoya, Chief Technical Officer (CTO) de Element 29, destacó que el objetivo principal es convertir a Elida en un sistema mineralizado de clase mundial, ampliando las áreas de perforación en las cinco zonas identificadas. «Hemos trabajado principalmente en la parte central, pero creemos que hay targets con gran potencial que podrían incrementar significativamente los recursos y leyes del proyecto», señaló Montoya durante su participación en proEXPLO 2025.

Con una inversión prevista de entre US$20 a US$25 millones para actividades de perforación y estudios, Element 29 pretende continuar con la identificación de nuevas estructuras mineralizadas, mientras completa estudios geofísicos en profundidad para precisar el alcance del sistema. Sin embargo, Montoya advirtió que los retrasos en los permisos gubernamentales están limitando el ritmo de avance del proyecto.

Además del proyecto Elida, Element 29 posee otros tres depósitos en el sur del Perú, entre los que destacan Flor de Cobre y Paka. Estos activos también presentan expectativas de perforación, impulsadas por una geología favorable para la presencia de cobre y otros metales.

La estrategia de la compañía pasa por darle valorización a sus proyectos mediante estudios y perforaciones, para luego buscar socios estratégicos que aporten capital para su desarrollo. Según Montoya, el objetivo es atraer inversiones significativas, especialmente en Elida, que podría requerir más de US$2,000 millones para su eventual desarrollo a gran escala.